Las agujas del reloj no paran ni un instante. Cuando quieres darte cuenta, ya han pasado esos minutos que se hacían horas, esas horas que se hacían días, esos días que se hacían meses...
Es increíble la velocidad con la que el tiempo avanza. Cuando hace un momento estabas quejándote porque no pasaban unos míseros segundos y, en un abrir y cerrar de ojos, ¡Pum! han pasado 8 meses desde que todo comenzara de nuevo. Parece que fue ayer cuando se volvía a la rutina, cuando veías todo lo que quedaba para estar disfrutando de nuevo del verano. Parece que se hacía eterno, pero mírate ahora. A unas simples semanas para estar gozando.
Sabes que estas semanas que quedan se pasarán rapidísimo. En nada estaremos tumbados en la playa, tomando el sol y disfrutando con la vuelta de todos esos seres queridos.
Ahora es cuando empieza lo bueno. Esto si que se va a pasar rápido. El reloj no da tregua, el tiempo pasa sin darnos cuenta.
Cándido Matoso.
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