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lunes, 14 de mayo de 2012

CSKA - OLYMPIAKOS.

Confiarse antes de tiempo hace que, todo por lo que luchabas, se vaya al garete. Un verdadero campeón no para hasta el final, hasta que tiene asegurado el premio. Celebrar algo antes de tiempo, tiene sus consecuencias. Aún no ha acabado el partido, y ya están de risas y fiestas. 19 puntos arriba a falta de disputarse 10 minutos, no es sinónimo de victoria asegurada.
En citas así, las estadísticas de toda la temporada, no valen de nada. Hasta los mejores, fallan. Eso de que: 'Este es mal cliente para hacerle una falta y que tire los tiros libres'. Esa frase, en una final....
Hacía mucho tiempo que no veía un partido así. Lo más increíble, es que el entrenador del Olympiakos se jugaba el partido con la segunda unidad. Menudo nivel de confianza en el equipo. Ellos fueron los que consiguieron remontar el partido.Vaya instantes finales. Tanta confianza del Cska hizo que perdieran el partido.
Es por eso que nadie puede confiarse. Hasta los más grandes, los favoritos, caen. Esto es baloncesto en estado puro. Cuando la gente no apostaba por un final ajustado, subieron las pulsaciones como nunca. Y, lo mejor de todo, es que se obró el milagro. Es por eso que no me canso de repetir esas 4 palabras: I love this game.

Cándido Matoso.

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