Sin ganas de nada, pero a la vez con ganas de todo. Sin saber lo que quieres, aunque lo sepas perfectamente. No querer saber nada de ella, pero preocuparte un minuto pensando si estará bien. Dudar sobre si lo conseguirás, sobre si estas haciendo bien o mal.
Preocuparse porque no avanzas en el camino, por un momento pensar si merece la pena todo el esfuerzo o es mejor mandarlo a la mierda. No saber que decir cuando ocurre algo, aunque hayas reflexionado sobre el tema, tengas las palabras exactas y te mueras por decírselo.
Es un sentimiento extraño, raro. Saber lo que quieres pero ver que no avanzas, ¿O tal vez sí?
Por desgracia, lo mejor que se te ocurre es que acabe ya y no se vuelva a repetir algo similar (Aunque sabes que, tarde o temprano, volverá a pasar...)
Así sin más; un día menos, un día más...
Cándido Matoso.
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