No poder dormir la siesta por estar pensando en
ella. No tener ganas de estudiar para el examen que tengo mañana (aún así 'estudié' 1 hora..). Ir a entrenar y que, nada más empezar, te abran una brecha en la cabeza. Ponerte una venda, seguir entrenando. Llegar a casa y que tu madre te lleve a urgencias por si lleva puntos la herida (otra vez a cambiarse para salir de nuevo). Ir a urgencias y esperar. Esperar. Entrar, que te mire el doctor y que te diga:
Pues yo creo que no hace falta ponerte puntos. Pensar:
¿Vine para nada entonces? Al final ir allí 'mereció' la pena. Que te pongan 1 punto (y encima, sin anestesia). Volver a casa y que tu madre, sin poder evitarlo, atropelle un conejo...
Y lo mejor de todo, es que mañana hay un p_ _ o examen. Espero que me salga bien y no tener que ir a la p_ _ a recuperación...
Cándido Matoso.
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