En la nueva CIF, discapacidad aparece como término baúl para déficits, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación. Denota los aspectos negativos de la interacción del individuo (con una condición de salud) y sus factores contextuales (factores ambientales y personales).'
Atendiendo a esta definición, la persona discapacitada no sería una persona 'normal', se le integraría dentro de un amplísimo grupo, en el que se podrían ver diferentes casos.
Después de ir durante 3 días a un centro de discapacitados y de educación especial, me he dado cuenta de que, esas personas consideradas como 'anormales', pueden llegar a ser más felices que una persona que pueda hacer de todo. Es increíble como al hacerles algo que todos pensamos que es una tontería, para ellos significa algo muy grande, algo con lo que se lo pasan bien, con lo que se divierten.
Es duro tratar con ellos, ya que si te pones a pensar, llegas a preguntas como: ¿Por qué tiene que haber gente con problemas así? ¿Por qué la gente reza a un Dios y éste responde con personas así? ¿Cómo es posible que sean felices? ...
No obstante, mi experiencia en estos 3 días fue bastante buena. Me gustó mucho tratar con ellos, ver diferentes casos,etc. Al principio no sabes que hacer, te quedas en blanco. Tratas con un niño que tiene parálisis cerebral y tienes miedo de hacer un movimiento en falso con él, lo que provocaría que, por ejemplo, se rompiese un hueso...
Me he dado cuenta de que las sonrisas más 'especiales' (por llamarlo de alguna manera) son las de estas personas, que además, siempre te agradecen lo que haces con ellos, te saludan aunque no te conozcan, etc.
Mucha gente 'normal' debería de aprender de personas así y tratar con ellas. Más de uno se llevaría una sorpresa...
Cándido Matoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario