Día de mierda. Llegas a casa cansado de todo, sin ganas de nada. Deseas que se acabe de una vez, que no se vuelva a repetir. Así sin más un día menos, un día más.
Intentas relajarte, te sientas enfrente del ordenador, pones música y empiezas a mirar tus cosas. Mágicamente, justo en ese momento, aparece esa canción. Esa canción que parece estar preparadas para situaciones así, en la que tienes esos sentimientos 'horribles'.
Escuchas atentamente la melodía, la canción empieza a invadir tu mente. Dejas de pensar en el horroroso día que has tenido, haces 'caso' a la letra. Es como si te estuviera dando una lección más, una lección en esta difícil asignatura, llamada vida.
No me imagino vivir sin música. Es lo que mejor viene cuando uno tiene un día así y, siempre, te hace olvidar lo malo para sacarte una sonrisa que, momentos antes, creías imposible.
Cándido Matoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario